¿Disco SSD, disco duro o ambos?

¿Estás pensando en aumentar la memoria de tu ordenador? ¿No sabes si implementar un disco SSD, disco duro o ambos? En este artículo te presentamos las características de cada uno y te proponemos soluciones para las inquietudes más frecuentes de los usuarios.

Características del disco SSD y el disco duro

Para poder decidir con qué tipo de disco vamos a trabajar, es interesante conocer las características de cada uno.

Características del disco SSD

Las siglas SSD pertenecen a las palabras solid-state-drive que, en español, vendría a significar unidad de estado sólido. Esto no significa que los discos duros sean blandos, no tiene nada que ver con su tacto. Simplemente la manera en la que ambos funcionan es distinta.

El disco duro sólido o disco SSD no se mueve nunca, a diferencia de los discos duros en los que los datos se guardan en placas de metal que giran todo el tiempo. De aquí es donde nace el nombre de sólido.

Los discos SSD para almacenar información crean bloques que son más fácilmente accesibles para el ordenador cuando la necesita. Es mucho más rápido que un HDD, una de sus grandes ventajas.

Con los discos SSD los tiempos de carga en el ordenador casi se fulminan. Al arrancar tu equipo notarás que lo hace mucho más rápido si integras estas piezas en él. Igualmente, las aplicaciones pesadas como Photoshop también lo harán más rápido. Al guardar documentos tampoco notarás lag y a la hora de copiar archivos también notarás que el proceso se acelera notablemente.

La pega de los discos SSD es que son más caros que los discos duros. De hecho, son tan caros, que generalmente los usuarios los compran en formatos de 128 GB o 256 GB. Aunque también los hay de mayor tamaño: 512 GB e incluso 1 TB.

Características del disco duro

Como ya adelantamos, los discos duros guardan los datos en placas de metal que giran todo el tiempo. Cuando el ordenador está buscando algo, el disco duro usa un componente llamado cabezal que es similar a una aguja, para ubicar la posición exacta en la que se encuentra la información para entregarla. El mismo proceso se usa para guardar la información.

Al haber visto más detalladamente el proceso, es más fácil entender por qué los mismos son más lentos cuando utilizamos un disco duro en lugar de un disco sólido. Podríamos decir que el SSD ya tiene la información preparada y fácilmente localizable cuando se la piden. Es coger y listo. Con el disco duro tiene que haber un proceso de búsqueda que hace el intercambio de información más lento. A favor de los discos duros, hay que mencionar que son mucho más baratos.

Entonces, ¿disco SSD, disco duro o ambos?

Nuestro consejo es que, si quieres aumentar tu productividad y el rendimiento del ordenador, te hagas con un disco SSD. Generalmente a los usuarios corrientes no nos hacen falta más de 256 GB. Prácticamente todo lo vemos y oímos en plataformas de streaming, nuestras fotos las guardamos en la nube y no solemos tener el ordenador lleno de aplicaciones pesadas. Para la mayoría con una capacidad como esta e incluso menor, es más que suficiente. Un disco sólido de estas características es asequible.

Si, por el contrario, necesitas una gran cantidad de memoria a tu disposición, te aconsejamos que valores la opción de añadir un disco SSD, pero complementándolo con un disco duro externo, por ejemplo. Si esto no fuese posible para ti, siempre puedes conseguir un disco duro de gran capacidad para tu ordenador.

En conclusión: si puedes permitírtelo, apuesta por un disco sólido, lo que debas pagar por él te parecerá que ha sido poco cuando veas la velocidad que gana tu ordenador.

 

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